Inconsciencia Irreflexible
Hoy escuché: "Tus ambiciones no son la necesidad de tu alma"
Algo adentro de mi se desmorona, no se a donde ir y mucho menos se que hago aquí. Yo vivía creyendo que el tiempo no se pierde, se invierte, y ahora no se en qué estoy invirtiendo mis días.
Soy todo lo contrario a lo que me rodea, como el fantasma de un desconocido. Y no soy solo yo, porque ahí afuera encuentro a mas fantasmas todos los días, pero tampoco me puedo acercar a ellos.
Todas las personas mas raras, las extrañas, gracias a su valor destacan. Los demás, son reflejos vacíos, seres que se abandonaron a sí mismos para ser el esclavo de otro retrato, un comercial andante de marcas impresas en la ropa, consumidores de bondades que dejan de serlo en cuanto son tomadas. La inconsciencia anda suelta, es claro, y soy parte de ella.
Yo era de aquí, y me fui sin aceptarlo. ¿Quien soy ahora para venir a pedir asilo? Nadie, y siempre lo eh aceptado.. pero ser nadie hace que los demás te den la importancia de quien limpia sus zapatos (no entiendo por qué).
La ciudad me acoge, cada rincón que piso me dice "esta es tu casa".
Las personas, estás muertas y no son fantasmas.
Mi ambición, mis sueños y mi comodidad quieren salir corriendo, están heridos. Pero un impulso interno me dice que luche, cabal y con fuerza, decidida con el coraje moviendo mis pies; que ya no cruce los brazos, que ya no cruce los dedos, ¡que detenga al abandono!
Que lo haga así, siendo nadie. Que mi figura anónima se manifieste en las realidades muertas.
Es entonces cuando comprendo que las ambiciones y los sueños son absurdos comparados con las revoluciones que vinimos a mover, sean estas internas o externas.
El amor toma otros tintes, y la responsabilidad otra figura.
Parece que desde hace tiempo que estaba cansada, pero hasta ahora veo la urgencia de moverme.
Todo toma sentido cuando no lo encuentro.
El sentido ya no es mío.
La historia ahora si es personal.
L perdida
Algo adentro de mi se desmorona, no se a donde ir y mucho menos se que hago aquí. Yo vivía creyendo que el tiempo no se pierde, se invierte, y ahora no se en qué estoy invirtiendo mis días.
Soy todo lo contrario a lo que me rodea, como el fantasma de un desconocido. Y no soy solo yo, porque ahí afuera encuentro a mas fantasmas todos los días, pero tampoco me puedo acercar a ellos.
Todas las personas mas raras, las extrañas, gracias a su valor destacan. Los demás, son reflejos vacíos, seres que se abandonaron a sí mismos para ser el esclavo de otro retrato, un comercial andante de marcas impresas en la ropa, consumidores de bondades que dejan de serlo en cuanto son tomadas. La inconsciencia anda suelta, es claro, y soy parte de ella.
Yo era de aquí, y me fui sin aceptarlo. ¿Quien soy ahora para venir a pedir asilo? Nadie, y siempre lo eh aceptado.. pero ser nadie hace que los demás te den la importancia de quien limpia sus zapatos (no entiendo por qué).
La ciudad me acoge, cada rincón que piso me dice "esta es tu casa".
Las personas, estás muertas y no son fantasmas.
Mi ambición, mis sueños y mi comodidad quieren salir corriendo, están heridos. Pero un impulso interno me dice que luche, cabal y con fuerza, decidida con el coraje moviendo mis pies; que ya no cruce los brazos, que ya no cruce los dedos, ¡que detenga al abandono!
Que lo haga así, siendo nadie. Que mi figura anónima se manifieste en las realidades muertas.
Es entonces cuando comprendo que las ambiciones y los sueños son absurdos comparados con las revoluciones que vinimos a mover, sean estas internas o externas.
El amor toma otros tintes, y la responsabilidad otra figura.
Parece que desde hace tiempo que estaba cansada, pero hasta ahora veo la urgencia de moverme.
Todo toma sentido cuando no lo encuentro.
El sentido ya no es mío.
La historia ahora si es personal.
L perdida
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