El Infinito Juego de la Muerte: Russian Doll

Una noche como otras de "nada qué hacer", Netflix me puso en frente a una mujer pelirroja y despeinada que llamó mi atención: Natasha Lyonne, quien según intuyo, supo plasmar en la serie "Muñeca Rusa" su propia gracia y personalidad desenfadada, sin darse más importancia a sí misma que al mensaje que quería enviar a la audiencia. Lamentablemente, los amigos a quienes recomendé tenerle paciencia a sus 8 cíclicos capítulos, no comprendieron muy bien el ingenioso juego filosófico y metafísico de la historia.

No me creo la mejor persona para explicarlo, pero lo intentaré, porque creo que para cualquier persona sensible, creativa, con tendencias auto destructivas y que lleva tiempo luchando contra la depresión, como yo, esta serie es una joya para entender que la vida es el juego del que tanto hablo, más simple que nosotros, más divertida, más inestable... Así que si alguno de mis lectores está obsesionado con alguno de estos dos temas: el significado de la MUERTE o su propia ESTABILIDAD EMOCIONAL, recomiendo que corra a ver la serie ¡o siga leyendo el post hasta el final!


Cuenta la leyenda que en el siglo XIX un poderoso hombre ruso llamado Alexei Manontov hizo llevar a Moscú una figura de porcelana proveniente de la isla de Honshú, Japón, para regalársela a su amada. La figura, que representaba a un monje budista, se abría, y dentro había otra figura idéntica, más pequeña. La pieza llamó tanto la atención que un artesano (Vasili Zvezdochkin) inspirado en la porcelana japonesa talló en madera de tilo la figura de una aldeana rusa, más ocho figuras idénticas, que cabían una dentro de la otra, al abrirse todas por la mitad. Estas famosas muñecas rusas, que son cada una piezas originales y únicas, han inspirado a muchos escritores y artistas para narrar ficciones estructuradas dentro de otras, para explicar el sentido que alberga un detalle dentro de otro, y hacer como Borges, encantadores "juegos con el infinito".

¡Sí! Natasha en su papel de Nadia Vulvocov es una caótica judía ruso - americana que "al morir" tiene que continuar escudriñando capa por capa dentro de su propia personalidad hasta hacer consciente su esencia, y aceptarla. Una clara referencia al "efecto matrioshka" es cuando, durante los últimos episodios, cree verse a sí misma de niña, siendo pequeña y más que nunca, vulnerable; o sea, siendo la Nadia más diminuta. Con este ir y venir de la vida (porque nunca se nos plantea una visita a peor inframundo), comenzamos a hilar elementos.

Ok, ¿Y a qué viene al caso el personaje de Mike? ¿Se trata de otra muñeca? Bueno, nos enteramos muy tarde de que la serie tiene otro protagonista, pero la sorpresa me gustó, pues quiere decir que de alguna manera "magica" (o como le quieran llamar) todos estamos conectados de formas poco lógicas superficialmente. Tanto para Nadia como para Mike, el bucle temporal implica responder desde el fondo por qué sentían la necesidad de morir, pues pese a ser personas completamente distintas, los dos menospreciaban sus vidas y eran incapaces de perdonar sus propias decisiones.

Morir es lo más fácil, como nos recuerda el póster de William Burroughs en la habitación de Nadia, el peligro está en la vida. Nada es casualidad en esta historia, como dicen de la vida.







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