La bitácora del Peligro #3: LA IGNORANCIA.

He vuelto a escribir las cartas más honestas que me he propuesto, bajo el título de "La bitácora del peligro", que ya hacía tiempo no publicaba. Introduzco esta serie esperando que sepan leer a profundidad y con paciencia, ya que los cabos siguen un poco sueltos. Al final notarán que mi vida transcurre en la línea de transición entre la violencia y la paz, el caos y la sensibilidad, la luz y la oscuridad. Venga, que tengo mucho que contarles...

Atte. Agatha Affair.

Informe #1: LA IGNORANCIA SOLO ES MIEDO.

Tienes por deber estudiar todo lo que te interese para que no te de miedo enfrentarte a la realidad que estás atrayendo.

Ante un caso de tortura, por ejemplo, lo más conveniente que puedes hacer es ser condescendiente y adaptarte a lo que requiere el torturador de ti, seguir instrucciones sin rebeldía, mostrar “arrepentimiento” y dejar el orgullo de lado. En caso de sobrevivir, es responsabilidad de uno lo que haga en adelante con su libertad, si se elige la venganza o el olvido, pero la frustración y el trauma deben, a toda costa, evitarse; tras la recuperación de la libertad, hay que demostrarle al verdugo que no nos ha importado.

A fecha del Jueves 16 de Diciembre del 2021, B.C.S.


Esta noche hace un viento terrible en el desierto... se levanta el polvo que cuando llegué aquí era lodo, se limpia la escena de lo que fue el año, se dejan ver claridades entre la arena.


Por la tarde intentaba evaluar la “valentía” de mi compañero: considero que es un joven audaz pero, ¿realmente es valiente? Algo no me cuadraba, hasta que llegué a la conclusión de que, quizá sus recientes fracasos se deban en buena parte a esa costumbre suya de conseguir empleos que le resuelvan la vida; si bien, resulta inteligente (financieramente hablando) optar por ese tipo de ofertas laborales que te ofrecen casa, alimento, sueldo y otras prestaciones, veo que no ha dejado de depender de alguien o algo más para vivir. El hombre simplemente pasó de ser un asunto de su familia a ser un asunto de las empresas para las que ha trabajado. Su independencia no es real, ya que nunca se ha atrevido a ejercerla. A diferencia de mí, nunca ha logrado vivir por su cuenta; simplemente no ha estado dispuesto a ello, y quizá sin esa básica experiencia previa no sea fácil manejar una empresa. Eso lo vuelve un poco menos valiente de lo que superficialmente creía que era. Al final de cuentas recuerdo que alguna vez, no hace mucho, mientras le contaba mis frustraciones me confesó creer que yo era (por lo menos) más inteligente que él; dijo algo así como:

tu no has tenido que cometer el montón de equivocaciones por las que yo he atravesado para llegar a donde estás

y si bien es cierto que creo que en realidad no he llegado a ningún lado en la vida aún, él está igual de perdido arrastrando el peso de su deuda, de sus desvíos y su arrepentimiento. Al final, quiero decir que no somos tan diferentes, los dos hemos buscado agarrarnos de algo para no ahogarnos durante el naufragio de los 20’s…


Parece ser que la única diferencia entre él y yo, es que gracias a mis decisiones, yo ya no le tengo miedo a afrontar la independencia, o a darlo todo por defender mi libertad. La mitad de lo que él es, es la mitad de la seguridad que busco en mí para arreglar mi vida, y probablemente su necesidad sea la misma.


Poco a poco he comprendido que no es necesario sentir que "él es parte de mí", para quererlo y sentir que muchas partes de nuestro ser coinciden más de lo que la razón puede explicarnos.

#LaRealidadEraOtraCosa

@agathaeaffaire

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